miércoles, 25 de abril de 2012

Paritarias 2012: veinte y monedas

En comparación con los acuerdos de 2011, la mayoría se está rubricando a la baja, escenario que el gobierno podría modificar parcialmente mediante la suba del mínimo no imponible.
Los números que arrojan las primeras negociaciones, en general, sobrepasan lo que se supone quiere el gobierno: un techo del 18%. También quedan por debajo de lo anunciado por los gremios, cuyas pretensiones iniciales en general no bajan del 25%. Mientras que la paritaria de los camioneros tiene fecha de inicio en junio, la negociación de los metalúrgicos se recorta como la más observada y será clave para el resto de los sectores.


Se trata de un sindicato histórico, que tiene la mayor cantidad de afiliados del sector industrial, 260 mil y que por primera vez en décadas experimenta chances concretas de colocar al frente de la CGT a un hombre surgido de sus filas, cuestión que deberá determinarse en el congreso de la central obrera en julio. La UOM ingresó a paritarias pediendo cifras cercanas al 23% y con Caló en la cúspide de su exposición pública. La patronal ofreció 15% y luego dieciocho. "Llevo ocho años discutiendo paritarias y nunca vi a los empresarios tan duros" avisó el dirigente tras la última reunión. Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) manifestaron, en un breve comunicado, su "preocupación por el impacto que pueden tener en los sectores transables” las negociaciones paritarias.
Esta semana vence la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, que había dejado sin efecto un paro nacional del sector. Todo indica que el acuerdo final será apenas por encima del 20%, doce puntos por debajo de lo obtenido por los metalúrgicos en 2011. En ese sentido, un estudio difundido recientemente por el Observatorio Jurídico de la Central de Trabajadores de la Argentina(CTA) fija que entre 2006 y 2011 el salario de convenio de los metalúrgicos aumentó sólo un 5%, pese al sostenido crecimiento del sector en ese período.
Por el treinta
En 2011, Moyano había acordado un aumento del 24% y ahora deja correr el rumor de buscar el treinta. Su gremio, que es el que más altos niveles de recomposición obtuvo en los últimos cinco años, deberá revalidar esos porcentajes este año, cuando el marplatense afronte la primera mesa de negociación luego de su distanciamiento con el gobierno nacional, a días del congreso interno del 12 de julio que definirá conducción para la central obrera. Con las aspiraciones de Moyano coinciden, al menos en lo estrictamente salarial, tres pesos pesados que entran a negociar el mes entrante.
Uno de ellos es el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), otro de los sectores que mayores aumentos vienen obteniendo y cuyo titular, Armando Cavalieri, pertenece al sector conocido como el de los gordos de la CGT. En2012, el SEC firmó por un 30% dividido en tres tandas.
El mismo rango porcentual que Comercio y Camioneros buscarán desde Alimentación, del también “gordo” Héctor Daer y desde la Unión Obrera de la Construcción, del “independiente” Gerardo Martínez, cuyos salarios sin embargo, se encuentran entre los más bajos. En 2012, la UOCRA obtuvo aumentos del 24%.  Los bancarios, conducidos por Juan José Zanola -preso en el marco de una causa de falsificación de medicamentos oncológicos-, reclaman un 26% de aumento y participación en las ganancias. Las cámaras del sector ofertaron ocho puntos por debajo del reclamo sindical y las rondas continúan.
Desde Luz y Fuerza, el privatista Oscar Lescano también comenzó pidiendo 30%, pero las empresas de energía (Edenor, Edesur y Edelap) condicionaron cualquier nivel de aumentos a una mejora en sus ingresos, ya sea por la suba directa de las tarifas o por aumentos en los subsidios. El sindicalista retomó el rol que mejor juega y se convirtió en vocero público de las empresas, asegurando que los incrementos en las tarifas se justifican ya que las mismas “están congeladas desde hace ocho años”.    
Acuerdos firmados
En enero el primer acuerdo del año lo alcanzaron los aceiteros, que firmaron un 24%, porcentaje que llevó el sueldo mínimo del sector de 5 mil pesos a 6.200. Los panaderos rubricaron un punto por debajo. Luego, los mecánicos del SMATA, cuyo titular, Ricardo Pignanelli, suena también en la lista de posibles reemplazos de Moyano, acordaron a principio de año un 18%, bastante por debajo del 25 obtenido en 2011, pero en cifra exacta con lo buscado por Casa Rosada.    
Un caso especial es el de la UTA, que encabeza Roberto Fernández. En los últimos años, el gremio está lejos de lograr acuerdos a los que supo arribar en otros momentos. Este año no fue la excepción. Los choferes del transporte de pasajeros arreglaron un porcentaje de aumento del 18%, siete puntos por debajo de lo que habían enunciado al inicio de las rondas. Todavía no hay arreglo para el transporte de corta y media distancia del interior de país. Por su parte -y ya por fuera del gremio encabezado por Roberto Fernández-, los trabajadores de subtes y premetro, organizados en la AGTSyP iniciaron medidas de fuerza, exigiendo la apertura de paritarias y su propia participación en las mismas. Reclaman un 28%.
La paritaria de los gastronómicos fue suspendida y debía recomenzar a mediados de marzo. Su titular, Luis Barrionuevo dijo que pedirán un piso de 25%.  El 35% de 2011 "se lo llevó la inflación", agregó el sindicalista, operador clave de la derecha peronista en las últimas décadas y secretario general dela CGT Azul y Blanca desde su creación, cuyo poder interno parece revitalizado a través de los congresales de cara a las elecciones de la central obrera que conduce Moyano.
En junio deberán también deberán renovar acuerdos los trabajadores del neumático, quienes habían firmado el 26,5% en 2011. El titular del sindicato del sector, Pedro Wasiejko, quien además es adjunto de Hugo Yasky en la CTA oficialista, viene impulsando la firma de acuerdos salariales "por dos años", ajustados de manera trimestral a través de una "cláusula gatillo" en base al índice de precios al consumidor que elaboran un conjunto de provincias, para evitar los números del Indec. El titular del SUTNA dijo que "se puede defender el bolsillo de los trabajadores sin confrontar con el gobierno, pero también sin someterse a él" y "pedir un porcentaje con el sólo objetivo de confrontar con el Gobierno tampoco nos parece una postura razonable".
Elevar el piso
El gobierno nacional descartó de su agenda legislativa el debate de una reforma fiscal para el sistema impositivo, absolutamente regresivo e injusto. Aún en ese marco, si decidiera subir el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias generaría un margen que elevaría el salario nominal. En los últimos diez años, la cantidad de trabajadores que son alcanzados por ese tributo se duplicó. Actualmente, el impuesto se paga cuando los haberes netos con el aguinaldo devengado quedan por sobre los 5.782 pesos. Subir ese piso es una demanda que forma parte de la actual agenda de reclamos dela CGT, compartida por la totalidad de las organizaciones sindicales.

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