En comparación con los acuerdos de 2011, la mayoría se está
rubricando a la baja, escenario que el gobierno podría modificar
parcialmente mediante la suba del mínimo no imponible.
Los números que arrojan las primeras negociaciones, en general,
sobrepasan lo que se supone quiere el gobierno: un techo del 18%.
También quedan por debajo de lo anunciado por los gremios, cuyas
pretensiones iniciales en general no bajan del 25%. Mientras que la
paritaria de los camioneros tiene fecha de inicio en junio, la
negociación de los metalúrgicos se recorta como la más observada y será
clave para el resto de los sectores.
Se trata de un sindicato histórico, que tiene la mayor cantidad de
afiliados del sector industrial, 260 mil y que por primera vez en
décadas experimenta chances concretas de colocar al frente de la CGT a
un hombre surgido de sus filas, cuestión que deberá determinarse en el
congreso de la central obrera en julio. La UOM ingresó a paritarias
pediendo cifras cercanas al 23% y con Caló en la cúspide de su
exposición pública. La patronal ofreció 15% y luego dieciocho. "Llevo
ocho años discutiendo paritarias y nunca vi a los empresarios tan duros"
avisó el dirigente tras la última reunión. Desde la Unión Industrial
Argentina (UIA) manifestaron, en un breve comunicado, su "preocupación
por el impacto que pueden tener en los sectores transables” las
negociaciones paritarias.
Esta semana vence la conciliación obligatoria dictada por el
Ministerio de Trabajo, que había dejado sin efecto un paro nacional del
sector. Todo indica que el acuerdo final será apenas por encima del 20%,
doce puntos por debajo de lo obtenido por los metalúrgicos en 2011. En
ese sentido, un estudio difundido recientemente por el Observatorio
Jurídico de la Central de Trabajadores de la Argentina(CTA) fija que
entre 2006 y 2011 el salario de convenio de los metalúrgicos aumentó
sólo un 5%, pese al sostenido crecimiento del sector en ese período.
Por el treinta
En 2011, Moyano había acordado un aumento del 24% y ahora deja correr
el rumor de buscar el treinta. Su gremio, que es el que más altos
niveles de recomposición obtuvo en los últimos cinco años, deberá
revalidar esos porcentajes este año, cuando el marplatense afronte la
primera mesa de negociación luego de su distanciamiento con el gobierno
nacional, a días del congreso interno del 12 de julio que definirá
conducción para la central obrera. Con las aspiraciones de Moyano
coinciden, al menos en lo estrictamente salarial, tres pesos pesados que
entran a negociar el mes entrante.
Uno de ellos es el Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), otro de
los sectores que mayores aumentos vienen obteniendo y cuyo titular,
Armando Cavalieri, pertenece al sector conocido como el de los gordos de
la CGT. En2012, el SEC firmó por un 30% dividido en tres tandas.
El mismo rango porcentual que Comercio y Camioneros buscarán desde
Alimentación, del también “gordo” Héctor Daer y desde la Unión Obrera de
la Construcción, del “independiente” Gerardo Martínez, cuyos salarios
sin embargo, se encuentran entre los más bajos. En 2012, la UOCRA obtuvo
aumentos del 24%. Los bancarios, conducidos por Juan José Zanola
-preso en el marco de una causa de falsificación de medicamentos
oncológicos-, reclaman un 26% de aumento y participación en las
ganancias. Las cámaras del sector ofertaron ocho puntos por debajo del
reclamo sindical y las rondas continúan.
Desde Luz y Fuerza, el privatista Oscar Lescano también comenzó
pidiendo 30%, pero las empresas de energía (Edenor, Edesur y Edelap)
condicionaron cualquier nivel de aumentos a una mejora en sus ingresos,
ya sea por la suba directa de las tarifas o por aumentos en los
subsidios. El sindicalista retomó el rol que mejor juega y se convirtió
en vocero público de las empresas, asegurando que los incrementos en las
tarifas se justifican ya que las mismas “están congeladas desde hace
ocho años”.
Acuerdos firmados
En enero el primer acuerdo del año lo alcanzaron los aceiteros, que
firmaron un 24%, porcentaje que llevó el sueldo mínimo del sector de 5
mil pesos a 6.200. Los panaderos rubricaron un punto por debajo. Luego,
los mecánicos del SMATA, cuyo titular, Ricardo Pignanelli, suena también
en la lista de posibles reemplazos de Moyano, acordaron a principio de
año un 18%, bastante por debajo del 25 obtenido en 2011, pero en cifra
exacta con lo buscado por Casa Rosada.
Un caso especial es el de la UTA, que encabeza Roberto Fernández. En
los últimos años, el gremio está lejos de lograr acuerdos a los que supo
arribar en otros momentos. Este año no fue la excepción. Los choferes
del transporte de pasajeros arreglaron un porcentaje de aumento del 18%,
siete puntos por debajo de lo que habían enunciado al inicio de las
rondas. Todavía no hay arreglo para el transporte de corta y media
distancia del interior de país. Por su parte -y ya por fuera del gremio
encabezado por Roberto Fernández-, los trabajadores de subtes y
premetro, organizados en la AGTSyP iniciaron medidas de fuerza,
exigiendo la apertura de paritarias y su propia participación en las
mismas. Reclaman un 28%.
La paritaria de los gastronómicos fue suspendida y debía recomenzar a
mediados de marzo. Su titular, Luis Barrionuevo dijo que pedirán un
piso de 25%. El 35% de 2011 "se lo llevó la inflación", agregó el
sindicalista, operador clave de la derecha peronista en las últimas
décadas y secretario general dela CGT Azul y Blanca desde su creación,
cuyo poder interno parece revitalizado a través de los congresales de
cara a las elecciones de la central obrera que conduce Moyano.
En junio deberán también deberán renovar acuerdos los trabajadores
del neumático, quienes habían firmado el 26,5% en 2011. El titular del
sindicato del sector, Pedro Wasiejko, quien además es adjunto de Hugo
Yasky en la CTA oficialista, viene impulsando la firma de acuerdos
salariales "por dos años", ajustados de manera trimestral a través de
una "cláusula gatillo" en base al índice de precios al consumidor que
elaboran un conjunto de provincias, para evitar los números del Indec.
El titular del SUTNA dijo que "se puede defender el bolsillo de los
trabajadores sin confrontar con el gobierno, pero también sin someterse a
él" y "pedir un porcentaje con el sólo objetivo de confrontar con el
Gobierno tampoco nos parece una postura razonable".
Elevar el piso
El gobierno nacional descartó de su agenda legislativa el debate de
una reforma fiscal para el sistema impositivo, absolutamente regresivo e
injusto. Aún en ese marco, si decidiera subir el mínimo no imponible
del Impuesto a las Ganancias generaría un margen que elevaría el salario
nominal. En los últimos diez años, la cantidad de trabajadores que son
alcanzados por ese tributo se duplicó. Actualmente, el impuesto se paga
cuando los haberes netos con el aguinaldo devengado quedan por sobre los
5.782 pesos. Subir ese piso es una demanda que forma parte de la actual
agenda de reclamos dela CGT, compartida por la totalidad de las
organizaciones sindicales.
Fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario